lunes, 28 de abril de 2014

EL GRAN HOTEL BUDAPEST

Cuando una va a ver una película de WES ANDERSON debe saber a qué tipo de cine se va a entregar. Personajes que abrazan lo hilarante, humor absurdo y pretendidamente inteligente, y un ritmo entre pausado y cansino. Tampoco voy a negarle a este Texano de 45 años su capacidad para crear un universo propio, con una sensibilidad especial para crear formas visuales al alcance de pocos directores contemporáneos, así como una habilidad innata para la escritura de guiones e historias de lo más pintoresco.
   Y con estas premisas o prejuicios se acerca uno a su última criatura perpetrada para el cine, la cual viene abalada por la crítica aunque eso no  me diga mucho ya que se podía considerar a este autor simbolo y profeta de la modernidad cinéfila.  Pero algún día estos críticos vanguardistas tenían que acertar al elevar a lo más alto a una película maravillosa, con un Ralph Fiennes apabullante, que maneja los registros con la soltura que sólo un gran actor inglés podía hacer. A él le acompaña todo un elenco de grandisimos actores pasando de Jude Law, Edward Norton y esa joven maravillosa de descomunal talento llamada Saorsie Ronan que espero no se pierda en su incipiente carrera. A todo ello le acompaña un guión ajustado, basado e inspirado evidentemente en los relatos del autor Austriaco Stefan Zweig, y que aunque abuse ciertamente de la voz en off, te mantiene en vilo e interesado durante todo el metraje sin apenas pestañear.
   Visualmente es excelente, nunca se ha dudado de la capacidad de este director para crear formas e imágenes inusuales con la ventaja aquí que dichos recursos sirven por y para  la historia. Aspecto fundamental que no ocurria en otras idioteces suyas como The Life Aquatic with Steve Zissou  o The Darjeeling Limited.




 Y salgo del cine con la sensación de que he pasado un rato de lo más agradable, sin pretensiones, disfrutando del antiguo arte de contar historias, algo ancestralmente necesario y  que  este autor había olvidado o desdeñado, y me voy con la alegre convicción que  tiene cosas por contarnos todavía si se aleja de sus encasilladas poses y su vanguardismo de postal.


3 comentarios:

  1. Me gusta cómo la pintas, así que me la apunto para ir a verla en cuanto pueda. Me gusta Fiennes y Law, del director y de su sosería moderna no tenía ni idea, pero si aquí se ha esmerado, habrá que disfrutar de su esmero.

    S.

    ResponderEliminar
  2. En el cine. El pase es a las 22´00 por si te interesa..jeje

    ResponderEliminar